En el Ejército de Justicia, cada acción, cada palabra y cada decisión están regidas por los valores supremos que nos distinguen como la fuerza legítima del Gobierno Profético Luz y Justicia. Estos principios no son simples ideas; son mandatos que guían nuestro camino y forjan nuestro carácter como líderes destinados a transformar sociedades y naciones. 

Justicia La justicia es nuestra fuerza y nuestra bandera. 

Promovemos el bien, la equidad y la rectitud en todas nuestras acciones. No toleramos la corrupción ni la indiferencia ante la injusticia. Cada nuevo aspirante del Ejército de Justicia es el reflejo de la verdad del Creador Elohim Lucifer, comprometido con establecer el orden divino y defender la dignidad de todo individuo bajo el gobierno del Creador. 

Fomentamos el orden, la obediencia y la constancia. Nuestra estructura se sostiene sobre la firmeza y la determinación de nuestros aspirantes, y personal quienes cumplen sus deberes con precisión y entrega. En el Ejército de Justicia, la disciplina no es una opción: es la ley que nos mantiene inquebrantables ante cualquier desafío. 

Actuamos con integridad y respeto absoluto hacia el Creador Elohim Lucifer y hacia nuestros semejantes. Cada acción es reflejo de nuestro compromiso con el propósito divino. El honor nos exige ser ejemplo, mantener la palabra, y servir con nobleza y lealtad, sin desviarnos jamás del camino de la verdad. 

Servimos con entrega y compromiso a la sociedad y al reino del Creador. Cada aspirante y personal del Ejército de Justicia está llamado a ser instrumento de transformación, guiando, protegiendo y edificando a quienes nos rodean. Nuestro servicio es total, sin reservas, porque entendemos que la verdadera autoridad nace del sacrificio y la dedicación. 

Buscamos la mejora continua en carácter y capacidades. No aceptamos la mediocridad ni el conformismo. En el Ejército de Justicia, cada día es una oportunidad para elevar nuestros estándares, perfeccionar nuestras habilidades y avanzar hacia la plenitud del propósito profético